¡El Rock a Pata llega en su cuarta edición! convertirá el Metro en un circo sonoro

El Festival Itinerante de Música “El Rock a Pata” regresa a su cuarta edición para hacer del Metro de la CDMX un desmadre glorioso, con seis jornadas donde los andenes se vuelven escenarios y el boleto es tu credencial de adulto. El ciclo arranca con una Pre-Fiesta el viernes 19 de septiembre, y sigue con fechas oficiales los viernes 3, 10, 17, 24 de octubre y el jueves 30 —12 horas de música en vivo repartidas en cinco estaciones secretas (sí, como sorpresa de mal gusto, no sabrás hasta el día). Más de 92 músicos en 22 bandas de México, Colombia, Venezuela, Chile y Francia van a transformar pasillos en pogos, todo gratis, horizontal y democrático, porque la música es un derecho, no un lujo para hipsters con tarjeta de crédito.

Este festival, que entiende que el arte no necesita un venue de lujo para ser arte, es una patada al trasero de los macrofestivales impersonales. En un mundo donde la cultura cuesta más que una hipoteca, El Rock a Pata hace lo público un territorio para la difusión artística—especialmente de propuestas nuevas que te hacen cuestionar si tu playlist es solo un cementerio de hits olvidados. Por primera vez, lanzaron una convocatoria abierta que atrajo a 80 proyectos, y de ahí salieron 11 ganadores: 1/4 de Queso (Toluca, con su rock que sabe a queso fresco), Balance Delicado (CDMX), El Poder del Barrio (CDMX), King Cavalier (CDMX), La Doble A (Medellín, Colombia, doble ración de flow), Nomádico (CDMX), Polo Wind (Francia), Santiago en la Guitarra (Cholula), Soule (CDMX), Whisky and Wimmen (Tulancingo), y Yorka (Chile).

Y no se quedan ahí: 11 invitados más de sellos y colectivos como La Fraternidad, RHP Prods y Flor Romero suman al desfile: Doc (CDMX), Enso (CDMX), Fuera Bombas (Monterrey), Jano Acuña (Toluca), Simón Lara (Chile), She No More (CDMX, no more she, o less?), Super Flumina (CDMX), The Whiskey Gospel (CDMX), Tonalá (Toluca), V for Volume (Colombia), y X-Jam (CDMX). Un mosaico que convierte el Metro en un laboratorio de sonidos independientes—todo para que transites la ciudad y termines con el cuello adolorido de tanto headbang accidental.

Organizado por Feroz, Gestión del Rock, el festival teje lazos con El Caracol, A.C. (por los derechos de la calle) y la Dirección de Cultura del STC Metro, que presta sus pasillos como si fueran el Zócalo. Por segunda vez, se une al Mes de la Cultura por la NO Discriminación de COPRED, porque el rock no discrimina. Cuatro años después de su nacimiento, El Rock a Pata demuestra que la música no necesita billetes de oro para latir: los espacios públicos se convierten en escenarios que palpitan al ritmo de la ciudad.